Antología de textos críticos

 

Villan, Javier.

El mundo, 22-5-13, p. 56

Y ante ayer en la sala Antoñete una insolita exposicion de Evaristo Bellotti, gran escultor: una muestra de dibujos sobre la mitologia del toreo, Pepe Hillo al fondo. Hillo un clasico y Bellotti un vanguardista universal que apunta a la transformacion de lo narrativo en visiones y pensamientos soñados; como su tauromaquia.

 

Llorca, Vicente.

Paisaje con figuras
Evaristo Bellotti (Algeciras,1955) se encuadra dentro del que comienza a poder denominarse reciente panorama de la escultura española. Esta obra, ya designable, caracteristica, viene elaborandose, sin embargo, hace ya tiempo. Los que han podido seguir su trayectoria pesrsonal saben del torno privado obsesivo, con que en torno a su caracter propio, rebundante, ha venido trabajando […]

La escultura de Evaristo Bellotti se mueve en torno a determinadas figuras. Estas, para cualquiera que haya seguido su obra, tienen un cierto caracter recurrente, el matiz de obsesión ineludible . Figuras que se presentan como repertorio de la iconografia, y el martilogio catolico: Los Cuatro Evangelistas, San Juanito, San Jeronimo, Santa Catalina, San Sebastian…Hay otro repertorio extraido directamente del clasicismo: Hermes, Narciso ,Caronte. Figuras de lo antemporal, como la Muerte o el Martirio, la Victima o la Parca. Y algo que podriamos nombrar tambien como figura, que es la categoria del iragmento, de la Ruina[…]

Pero no nos engañemos. No hay kitsch en este paisaje. Ninguna actitud ciega, obstinada o retorica lleva el escultor a su reconstrucción. La obra de Bellotti parece inscribirse más bien en el punto en el que toda afirmación es dificil y todo relato depara sus fisuras […]

Tras el desastre, la escultura ha ido recomponiendo su propio paisaje. Es una edificación lenta, laboriosa intermitente. Pero su espacio no es facil. Rodeada de restos, erigida ella misma como ruina entre las demás, susu posibilidades son de la fisura, lo excepcional: ardua tarea de reconstrucción tras los destrozos de la batalla.

 

Otero, Gloria.

De las manos de Miguel Angel a los baños de superlujos

En las generaciones jovenes es facil encontrar escultores que trabajen el marmol. Evaristo Bellotti es una excepción que ha debido esquivar el peso muerto una tradición demasiado ajena a la sensibilidad contemporanea, para utilizar el marmol con criterios estrictamente modernos. […]

Y su manera de tratar la mitica belleza marmorea desconcierta por completo a los canteros cuandova a Almeria y elige, sin unas medidas concretas ni unas exigencias determinadas, un trozo de marmol para dejarlo en su estudio, hasta que un dia se pone con él y lo tranforma en un ironico ilorero, un desnudo partido por la mitad o un perfil apenas esbozado.

Lo que aprecio en el marmol es su versatilidad, su inmediatez. Yo soy muy impaciente y me gusta plasmar mi pensamiento.

 

Collado, Gloria.

Guia del ocio, p,49.
Galería Fernando Vijande.
Febrero-marzo.

Restos de una cultura
Con esta primera exposición individual en Madrid del joven escultor Evaristo Bellotti (Algeciras, 1955), se justifica plenamente el interés despertado por su obra en los últimos años. A partir de ciertas referencias estilísticas, que bien podrían enlazar con el trabajo escultórico de un Paladino, Bellotti ha concentrado sus fuerzas en dos interpretaciones del pasado: desde la arqueología y desde la antropología trazando un puente entre un pasado cultural que nos corresponde-Roma y el cristianismo–y los restos del mismo permanecen a través de tradiciones y costumbres.

El mármol es el material por excelencia que contribuye a enlazar los dos extremos de una cultura: su florecimiento y su muerte. No en vano Bellotti es un fiel asistente a las corridas de toros, fiesta cuyo origen se ha perdido y que, no obstante, algo debe subyacer de él en el inconsciente colectivo del pueblo español. Bellotti ha preferido no adentrarse por ese laberinto cretense, sobre el que Picasso trazó una vía, en la que mejor no insistir y asumir la metáfora de la muerte del arte desde lapidas, desde monumentos funerarios.

 

Brea, José Luis.

Catálogo Galeria Fernando Vijande, Madrid
Febrero 1987.

Evaristo Bellotti: passion and transcendence

It is, without doubt, possible to make a single reading of the work of any artist, to place -even in the recently mentioned sense of genius loci-his tendencies. In Bellotti´s case, it would seem excessively simple, as his universe of language seems to be restricted and homogeneous, bent on a short, recurring series of casily identifiable motifs and tendencies, almost as though they belonged to a geographical, doctrinal and folkloric locale. Despite this impression of a cultural localism in his references. Bellotti, a tireless traveler, knows a great deal about not only the history of the practice of this languajes on the international scene. He carries on a dialogue with first one and then another; serenely, never tiring himself, never losing sight of the purpose of a well-centred elucidation on a particular framework wich is intentionally restricted. […]

Bellotti´s work demands this viewpoint. It never tries to decipher, from a simplified direction, the sense of the tendencies that he intuitively sees as enormously complex. As in Bataille or Cioran, the most holy touches the greatest perversion, pleasure touches death, purity touches putrefaction, martyrdom and sacrilege are seen together, amorous passion leans towards the anteroom of death… […]

In Bellotti´s case, it seems obvious the iconic, formal sensual interest is much less than the conceptual, that repertoire centred on making apparent the significant power of a certain repertoire of tendencies. Far from trying to complete with the iconic power of mass media, Bellotti’s strategy is directed towards the induction of opinion- in principle, aesthetic, but, in the final analysis, metaphysic-.The interest in form, in image- if there is iconolatry there is to no lesser extent iconolastry there is wledge that can be distilled from them. A knowledge, above all, of consciousness, of the Ego, of the way in wich the individual associates with himself (the Narcisos), his existence and death (the Crucificados, the essays on death), and the world […]

 

Brea, José Luis.

Catálogo Galería Fernando Vijande, Madrid
Febrero 1987

Evaristo Bellotti: pasion y trascendencia

En algún lugar, Teresa Blanch ha relacionado certeramente el  trabajo de Bellotti con la figura baudrillardiana de la quiebra de la historia. Nosotros mismos le hemos aludido en un pequeño trabajo acerca de la importancia de la ruina en los lenguajes artísticos más recientes. En la presentación de su exposición en el ICA de Boston, también David Joselit destacaba esos aspectos marcados por la operación arqueológica o neoclásica: Bellotti´s gives his work the quality of an archeological find […]

La obra de Bellotti exige esa mirada. Nunca pretende descifrar en una dirección simplificada en el sentido de signos que intuye enormemente complejos. Como en Bataille o Cioran, lo más sagrado toca la máxima perversión, el gozo a la muerte, la pureza a podredumbre, martirio y sacrilegio vienen envueltos, la pasión amorosa se inclina sobre la que hace antesala de la muerte… […]En el caso de Bellotti, parece evidente que el interés icónico, formal, sensual, es mucho menor que el conceptual, el centrado en  hacer aparecer la potencia significante de un determinado repertorio de signos.

Lejos de intentar competir con la potencia icónica de los media, la estrategia de Bellotti se orienta a la inducción de opinión- estética, en principio, pero metafísica en última instancia-. El interés  por la forma, por la imagen-si hay iconolatría no hay menos iconoclastia- solo se refiere al saber que ellas pueden destilar. Un saber, sobre todo, acerca de la conciencia, del yo, del modo en que el sujeto se relaciona consigo mismo (los Narcisos), su existencia y muerte (los Crucificados, los ensayos sobre la muerte) y el mundo.

 

 

Danvila, José Ramón.

Catálogo. Diputación de Málaga.
Evaristo Bellotti. Esculturas y dibujos.
Del 21 de enero al 2 de febrero de 1985.

Una teoría de blancos
Posiblemente la primera cuestión que plantea la escultura de Evaristo Bellotti sea una valoración de los distintos planos o aspectos de la realidad. Por un lado, parece una obra naturalista porque se separa de cánones, de medidas, de esencias y armonías. También se distancia de la búsqueda de la belleza tal y como se entiende desde los clásicos. Pero además, es una escultura que puede entenderse como apreciación de un antinaturalismo porque navega por corrientes prácticamente exclusivas de creación, casi siempre desde parámetros conceptuales, llegando así a encontrar una estética propia. Una estética que versátilmente puede estar cercana o lejana, es indiferente, de la tradicional belleza.

[…] En los mármoles de Bellotti hay una sensualidad capaz de convertir en cálida la superficie de la piedra. Es una emoción clásica, heredada de la teorías helenísticas, que se puede apreciar como un dato antiexpresionista, pero que va acompañada de un sólido sentimiento alentado por rasgos ordenados y tumultuosos al mismo tiempo. Sentimientos que, fuera y aparte, organizan una oposición entre conceptos tan agudos y equívocos como tragedia y drama, temor y confianza, luz y sombra…

[…] Para reflexionar y tratar sobre el tema de esta argumentación, Evaristo Bellotti combina con frecuencia diversos materiales: yeso, piedra, mármol, mampostería… Materiales que ofrecen en color y textura leves matices normalmente, pero que le sirven, no pocas veces, para hacer demostración del lujo que supone ese sutil cambio tonal de los blancos. Blancos distintos en contextura, en acabado, en el mismo color. Blancos que no reniegan de ser materias venidas a menos y que se revalorizan por un afán de recuperación y reciclaje. Blancos, en fin, que se completan y complementan con la inclusión y oposición de otros blancos como puntos de referencia.

[…] Quizás por esto, en esencia parezca una escultura viva, generadora de una fuerza intensa, que surge desde su propio interior, desde su propio centro, hasta llegar a la misma luz, su luz, dejando de ser una receptora de luces.

Calvo Serraller, Francisco.

El País, 20 Diciembre 1984
Hierro y Piedra. Galería Fernando Vijande, Madrid.
Desde el 24 de Septiembre de 1984.

Evocación perversa de lo primitivo.
[…] Evaristo Bellotti recrea también el enigma arqueológico, pero como mensaje cifrado en una memoria arrasada: es una esteticista, refinada y melancólica, del estrago temporal injertado patéticamente en las piedras, como un desesperado amuleto.

 

 

Huici, Fernando.

El País, 23 de junio de 1984.
Seis escultores. Palacio de cristal. Parque del Retiro, Madrid.
Meses de junio y julio.

La presencia española.
[…] Pero tal vez la sorpresa mayor de esta muestra pueda residir para el espectador en dos nombres, el del gaditano Evaristo Bellotti y el del barcelonés Jaume Plensa: el primero con sus evocaciones románticas, hechas de fragmentos y citas, moría de la escultura; el segundo, con erizados insectos de hierro, con ese Somni que es inolvidable pesadilla y su impresionante Melancolía sumergida.

 

Maderuelo, Javier.

Profesión Médica,  p. 82
Galería Fúcares, Almagro.
24 al 30 Septiembre de 1982

La Mitología de Bellotti
En el revuelo panorama de las artes, la escultura, más que el teatro, la arquitectura o el cine, está en crisis

[…] En estos momentos pluralistas, cuando ya no podemos o no debemos hablar de grandes maestros, cuando están en crisis las escalas de valoración y etiquetación clásicas y hasta los criterios vanguardistas, no podemos menos que empezar a mirar, a buscar a estos artistas que flotan solitarios sin querer participar del frenético movimiento elíptico de las orbitas académicas.

[…] Evaristo Bellotti es un jovencísimo escultor (Algeciras, 1955) que desde sus comienzos ha torcido el gesto y se ha puesto de espaldas a estas atracciones orbitales. Ha elegido el camino del eclecticismo, en el más amplio sentido del término pero no se puede inscribir entre las corrientes de las actuales capillas, demasiado entretenidas en un eclecticismo vanguardista cuyo único objetivo es marcar unas deferencias inexistentes entre su trabajo y el de las dos décadas anteriores.

La mitología
[…] Las mitologías, tanto clásicas como judeo cristianas son el motivo, el pretexto, del trabajo de Bellotti. Los trabajos de Heracles. La Hidra de Lerna. La Pasión según San Mateo. Batalla de Centauros y Lapitas…son algunos títulos y temas de su escultura.

[…] No se trata de un trabajo de erudición, sino de una vivencia mitológica desvaída por el paso de los siglos, un sueño multiforme exento de dramatismo. Bellotti no pretende narrar nada, ni ilustrar estas historias mitológicas, como los escultores
del románico.

La función y la forma
[…] Lo más extraño de la exposición de Bellotti no está en la forma de sus criaturas mitológicas sino en la forma de sus esculturas, de estos relieves que despreciando el espesor de la piedra (idéntico a su anchura) solo ocupan su cara frontal, quedando las otras cinco apenas desbastadas.

[…] No se trata de esculturas para ser colocadas en un pedestal y en las que dando vueltas a su alrededor observamos distintos aspectos de su volumetría, sus contrastes de luz y sombra al cambiar el ángulo de la visión, etcétera, el escultor no busca estos interminables juegos fatuos.