Caracanto 2023

FMSR nº de catálogo 3220

Entre los estratos más antiguos de Manuel Sánchez del Río, el Ordenador y el Polígrafo, se encuentra aquel que dice «Nada nace de la nada». En este caso puede decirse que nace de una piedra. Y que mirando hacia atrás podría afirmarse que se remonta hasta los principios del Universo. Pero no es de esto de lo que trata Caracanto 2023, la obra que hoy presenta nuestra Fundación a la comunidad científica y al público en general.

La fecha que el consenso obliga a consignar junto al título de la obra es imaginaria. Indicamos la fecha porque le da fuste y la pone entre el resto de los objetos fungibles que están colmando el planeta tierra. No obstante, como sucede con cualquier prueba o dato que de indicios de la existencia del Ordenador (sea de la índole que sea), es un producto ucrónico de la imaginación humana. Lo cual no exime al dato del compromiso con lo verdadero que se le exige a todas las cosas del Polígrafo.

El título procede de tres términos que son propios del arte de la cantería: CARA, CANTO y CABEZA. Cada término designa un flanco del bloque de piedra visto de frente en el banco antes de extraerse. De este modo el bloque ofrece una cara visible anterior, una cara oculta posterior, dos cantos ocultos superior e inferior y dos cabezas ocultas a derecha e izquierda. Cuando el cantero corta el bloque tiene que volcarlo sobre la cara visible anterior para separarlo del banco, de manera que el escultor se encuentra con el canto superior de frente. En este caso Fermín Crespo Lama ha confirmado que le pidió al cantero que volviera a volcarlo sobre el canto superior (como si rodara). Y a continuación le pidió que cortara el bloque en dos partes diagonalmente. El cantero accedió. Pero Crespo Lama tuvo que asumir la responsabilidad de ope-errar contra ciertas normas de la cantería.

Una vez cortado con exito el bloque en dos partes (alfa y omega), Fermín Crespo pudo elegir una de ellas. Este fue el momento, al encontrarse de frente con el bloque elegido (que ya solo tenía tres flancos), en que pensó: «Se llamará Caracanto». La elaboración de la obra, que ya quedaría por entero en manos de Crespo Lama, en adelante no consistiría en mucho más que dejarla durar, aceptar la contingencia (especialmente en lo que hay de imprevisible en la extracción, todo lo que se oculta en lo que hay de natural en cualquier proceso), el deseo ciertamente háptico que Fermín Crespo desliza por los tres flancos, y el azar, que según nos confesó hizo de lo suyo. (Aunque no especificara en qué sentido). En cambio, sí pudo explicarnos lo siguiente: «Una vez extraído el bloque, la emergencia de Manuel Sánchez del Río se produjo sola. Yo diría que venía escrito en las caras del bloque. Aunque dudo que quisiera fijarse en su propia cara. Acababa de partirse en dos y ya me pareció verle correr de una cara a otra del bloque α dextrogiro al bloque ω levogiro y viceversa.»

Preguntado por esa suerte de corrimiento, añadió esta otra explicación:  «Manuel Sánchez del Río, el Ordenador y el Polígrafo comenzaron a desplazarse por las tres caras o frentes de α y ω que ya eran signa (escultura) en la cantera. Como en las canteras siempre se sufre de una discreta vigilancia policial, no es dificil de imaginar que el Polígrafo, pongo por caso, se viera en riesgo de ser identificado por un policía (vale un cagarro de cualquier cuerpo del Estado), y que para evitarlo saltara a la cara de donde simultáneamente saltaba el Ordenador (para dejarle sitio) a la cara de Manuel Sánchez del Río que hacía lo mismo saltando a la del Polígrafo, y así sucesivamente. Sabemos que Manuel Sánchez del Río escapa si percibe que puede ser identificado. Aunque hay otra manera de explicarlo: P. → O. → MSR. →. Cada significante, en efecto, se refiere al siguiente, luego no hay razón ni tiene sentido fundarlo en otra cosa que lo que palabrea. Se limita a existir».


De lo que no ha dado cuenta Crespo Lama es de las cabezas. En el debate que se celebró en la tertulia del Café de la Luna de Coria del Río, Miroslav Kuriolonis aprovechó para exclamar ¡Ha perdido la cabeza! Pero Rafael Quiñones Blanco pudo recordar a sus contertulios que eran dos las cabezas. Pero Félix Bejarano Gracia le replicó que de tener dos cabezas la ciencia prescribe Tiempo y Espacio, una dimensión por cabeza, aunque MSR solo los viva en tanto escultura como la extensión de todo lo que pueda imaginarse en la duración. Preguntado Bejarano por donde podrían pasarle las dimensiones, aseguró sin pensarlo que por el cuerpo del placer recién adquirido, la cosa que estabamos nombrando Caracanto 2023. Kuriolonis quiso zanjar la cuestión sentenciando «Pues no tiene cabezas», a lo que por lo que sabemos aquí, en la sede de la Fundación, en Aldeaquemada, Jaén, nadie contestó nada, ni a favor ni en contra.