Extensiones de escultura

Se tiene por algo demostrado, en occidente al menos, que el espacio y el tiempo están dados, y que esos parametros son los de la realidad. Una realidad que se caracteriza por ser medible y, por consiguiente, científica. La vulgarización de estas dos nociones saca el monstruo (Goya) que llevan dentro cuando se dice, con esa banalidad tan propia de nuestro tiempo (2024), que la realidad es espacio-temporal. Agustín García Calvo diría que esa temporalidad espacial es la del dinero, lo que no deja de confirmarse en todas las fases que el capitalismo inicia, concluye, y reinicia, si hemos de creer a los teóricos del Capital.

Aquí, en esta página, el llamado espacio-tiempo no se ha reconocido nunca. La alternativa han sido las nociones de extensión y duración separadas, negándose la una a la otra porque estas no medidas no pueden referirse a realidades metafísicas, solo pueden significar relaciones entre partes materializadas de lo que sea que señalen. En este caso prendas de tela. Y una vez más sigo a García Calvo cuando explica en su Contra el Tiempo (1) que,

DONDE ESPACIO, TIEMPO NO

CUANDO TIEMPO, NO ESPACIO.

En Consideraciones sobre una escultura(2), Aurora García se hizo eco de esta cuestión crucial para la «exploración de los límites de la escultura», que quizá sea una de las constantes de mi trabajo en los últimos veinte años. De esta exploración proceden las Diversiones de escultura, que tratan de la duración, y estas Extensiones de escultura que tratan de la extensión.


Las Extensiones se forman con el encuentro más o menos contingente de dos prendas de tela que deben cumplir la condición de aparecer cerradas, no abiertas por botonaduras, cremalleras o velcros, de modo que puedan ser tratadas como «tubos» en los que se pueda distinguir una cara interior y una cara exterior, un dentro y un fuera. Mediante una cuerda llamada Finis, y siguiendo cierta lógica previamente escrita que confirma su consistencia, la cuerda atraviesa las caras de ambas prendas produciendo unas eses que a medida que la cuerda atraviesa una y otra prenda las junta, las recoje, las arruga y finalmente las deja anudadas como un burujo inextricable, un bulto en el que las caras interior y exterior de ambas prendas y la propia cuerda, aparecen, desaparecen y reaparecen en lo que ya es una sola cosa.



En Las extensiones el arte de la costura es rudimentario y la ejecución tosca, pero el placer de trastocar un orden lógico previo, que literalmente queda ahogado bajo las ropas, suple las deficiencias y da la alegría de ver las telas volverse y revolverse las unas con las otras. Aracne sabrá perdonar los cosidos. O eso espero, porque despues de ver la primera y meditar un poco, vino a decir: «Luego hay cuatro ojos dentro de esta escultura».


Transcribo unas notas tomadas a pie de obra en 2014. Llevan por título Dos extensiones diferentes:

1.- Experimentar el encuentro en toda su extensión, cara contra cara. (Chic to chic).

2.- Buscar la cuerda «Finis» que va a separar las extensiones, que va a doblar las caras, hacerlas errar.

3.- Extensiones dadas, bordes (límites) azarosos que observan la cuadricula de la tela.

4.- Extensiones tratadas. Cultura de la tela (Aracne), del vestido. Costura.

5.- Los puntos: el encuentro de la extensin con la cuerda. ¿Es motivo?

6.- ¿Textura de la extensión? Si Texture of Time se refiere a la textura que hace palpable la duración, palpable lo invisible, ¿de que trataría la textura de la extensión? Si la textura es la extensión misma, (su expresión en Telas, Las extensiones de escultura), ¿se trataría, entonces, de hacer palpable lo visible, sin más? TELA TAPA. ¿Hacer palpable lo visible? CUERPO.


NOTAS

1.- Agustín García Calvo. Contra el Tiempo. Editorial Lucina. Zamora 1993.

2.- Aurora García. EB. escultura. Consideraciones sobre una escultura. MNCARS. Madrid 2008

EB 2024