Corona mural

FMSR  nº de catálogo 3541

Se contemplan tres posibilidades: que Manuel Sánchez del Río (MSR) sí tiene cabeza. A lo que respondió Rafael Quiñones Blanco: ¡Luego tiene una ciudad en la cabeza! O no tiene cabeza, y cae del lado de Acephale, y entonces vive una pluralidad incontable de vidas, entendiendo por vidas no biografías individuales (no tiene cabeza), sino estados de la materia en la que no es tan acertado decir que vive como que está, pero cambiando. Esta es la opinión que defiende Miroslav Curiolonis. Lo cierto es que Manuel Sánchez del Río es inatrapable e imprevisible; en rigor, una manifestación de la energía (1). La tercera posibilidad, menos probable pero más literaria, es la que Tesando Sines Calcio descubrió en un Suelto (2): HE PERDIDO LA CABEZA. HE PERDIDO EL CUERPO. Este Suelto venía a sugerir que la Ida de Manuel Sánchez del Río en Nueve Libros trataba de la búsqueda que una cabeza hacía de su cuerpo o viceversa. Sabemos que el pequeño Manuel, al encontrarse en  esta disyuntiva, cuerpo o cabeza, no rechazó ninguna pero experimentó sin éxito las dos. Veamos: en la primera alternativa el Polígrafo formaría, en tanto corpus inmaterial de la obra completa de MSR, el cuerpo que buscaba ordenarse en el Ordenador. Por “el Ordenador” entenderíamos la cabeza, y por “cabeza” la memoria y los programas. En la segunda alternativa, la inversa de la primera, entenderíamos “el Ordenador” como un cuerpo físico constituido anatómicamente por una suma de partes: teclado, pantalla, cables, ratón, conectores, motor, etc., etc. Y memorias y programas naturales, pero sin individuar. De modo que como máquina sin cabeza, la existencia del Ordenador consistiría en la falta y en la espera del Polígrafo, el Polígrafo entendido como la cabeza sin lugar donde está todo el montante de información que es MSR. Jamás se ha producido ni se producirá, en este sentido, un encuentro del Ordenador y del Polígrafo. Pero Infoinsa pretende digitalizar Manuel Sánchez del Río, que se identifique con el ordenador y que  delate al Polígrafo. Que se convierta en uno. La publicidad fraudulenta, de la que es complice toda la prensa, presenta a MSR como un individuo que al sentarse al ordenador se conecta a sí mismo. Esto no pasa de ser una fantasía figurativa que las agencias publicitarias presentan como imágenes pintadas, pequeños films o fotografías sin valor. MSR jamás fue capturado, nunca accedió a esa red; ni fue alguien ni ocupó una posición o un puesto ni es una figura. La Ida sigue ad infinitum, aunque tenga límites. Cierto que la captación de MSR es asunto que ocupa no poco lugar en la Ida de Manuel Sánchez del Río en Nueve Libros, pero no es para lo que existe la Fundación. Como no hay función de MSR, no hay forma de MSR que no mienta, que no le falsee. Hay, sin embargo, una legión de toda clase de empresas que persiguen un sistema o, al menos, una figura de MSR. No es nuestro caso (3).

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NOTAS

1.- En esta importante ficha, la profesora Martínez Cañas toma unas posiciones que con el tiempo llegarán a identificarse con la opinión oficiosa de la Fundación Manuel Sánchez del Río (F.MSR).
2.- Los “Sueltos” son una colección de fragmentos de papel escritos, generalmente cortos, atribuidos a MSR, que conserva la F.MSR.
3.- Se refiere a la Fundación.