Nueve retratos de cartón
FMSR nº de catálogo 3529
Todo el entorno de la Fundación Manuel Sánchez del Río se ocupó de la captura de Sánchez del Río, el Ordenador y el Polígrafo. El modo de abordar la captura define, en cada caso, el modo de concebirlo. La propia Fundación tiene este propósito. Como la mayoría de las obras que conserva la Fundación, Nueve retratos de cartón también se atribuye a Fermín Crespo Lama, estudioso al que los con-tertulios de la Tertulia de Coria del Río llamaban “el Manazas”. Aunque tiene una explicación. Cuando el escepticismo de Crespo Lama le llevaba a encogerse de hombros, a no pronunciarse sobre el asunto que se estuviera tratando, extendía las manos haciendo un gesto característico con el que reclamaba “hechos”. Como lo único que la Comunidad científica tenía del Ordenador eran documentos, y los hechos del Polígrafo eran interpretaciones cuya veracidad dependía del arte de los interpretes, en los impasses en los que se agotaban las palabras, Crespo Lama encontraba la ocasión de intervenir proponiendo “hechuras”. Con este dispositivo Crespo Lama podía traducir y realizar el documento que se estuviera tratando. Cierto que la materialización del documento borraba de todas las memorias lo atribuido al objeto con anterioridad, ya fuera de viva voz o por escrito. (Entendemos que el borrado afectaba a lo pensado, aunque este extremo es difícil de probar). Sí sabemos que el borrado afectaba al objeto independientemente del grado de elaboración o complejidad que tuviera el documento, de modo que cada hechura de Sánchez del Río devolvía el documento a su más primitivo estado. Este estado, según las escuelas, se llama hermético, místico, falso, irracional, absurdo etc., etc., aunque basta con entenderlo como inasible. Así, la intervención del escéptico Crespo Lama siempre coincidía con la llegada de los investigadores a un punto ciego o muerto, momento en el que la Tertulia se dispersaba y Crespo Lama encontraba, en solitario, el tiempo de materializar la obra.
Esta que presentamos ahora Nueve retratos de cartón, consiste en el desarrollo de un retrato de Manuel Sánchez del Río justo en el momento que cae en manos de un individuo primitivo que lo examina sin ver al retratado por ningún lado del objeto. (En esta ocasión ofrecemos dos imágenes de un número no precisado de caras). La ejecución de esta obra fue objeto de controversia en los medios universitarios, especialmente en la Universidad de Herakleion. De un lado estaban los que pensaban que la fijación de una imagen tridimensional de Sánchez del Río era una proeza. De otro los que la clasificaron, contra Crespo Lama, de arte menor o artesanía. De esta obra dijeron que era “un ejercicio de manualidades”, “una maqueta impresentable”, “un cúmulo de cartones mal encolados” o hasta “un excremento de cartón piedra”.
Esta obra pertenece a una serie de retratos de Manuel Sánchez del Río que la Fundación conserva en su sede de Aldeaquemada, provincia de Jaén.
EB. 18